COSAS DEL DESTINO

Debido al post anterior, esta vez me veo obligado a jurarle por mis hijos que la historia que estoy a punto de contarles es 100% verídica… y es tan cierta que mis ojos todavía siguen llenos de lagrimas y mi piel de gallina

Mis días de primaria las viví en el JOSE GONZALO MENDEZ, escuela que queda en Santa Mónica. Realmente mis recuerdos de esa etapa de mi vida son muy vagos, pero hay ciertos personajes que creo jamás olvidaré.

Uno de ellos es William (que ahorita no me acuerdo del apellido) quien era mi pana del alma, pero a la vez mi enemigo porque Carolina (la primera niña que me gusto en mi vida) estaba enamorada de él. A William me lo encontré una vez como instructor de un curso que yo tomé, que vueltas da la vida no?.

También recuerdo a una chica muy alta (recuerdo su cara pero no su nombre) con la cual nos sentábamos al final del salón de 6to grado y jodiamos muchisisisisimo.

Pero había una chica muy linda, de hermosos ojos que tenía como característica que no tenía cabello y siempre usaba un gorrito. Para muchos niños era motivo de burla y le decían siempre cosas (crueldad infantil) pero para mi era una chica llena de dulzura y siempre con una sonrisa, por lo que me hacia entender que lo que pasaba no le afectaba. Y yo estaba tan pequeño (quizás 8 años) que no me percataba que algo pudiera pasarle, simplemente era la niña de los ojos hermosos, sonrisa dulce pero que le faltaba el cabello.

Un día muy triste, al llegar al colegio muchas maestras lloraban y otros comentaban. Aquella niña que a muchos les daba gracia pero a mi me llenaba de ternura había muerto. Jamás nos dijeron exactamente que había pasado pero si que ella estaba muy enferma y dios se la había llevado.

Esos recuerdos se habían borrado de mi memoria hasta ayer que alguien a quien quiero mucho, entró en mi blog, vio una de mis fotos y me pregunto si yo estudie en ese colegio toda la primaria, al contestar que si me hizo una pregunta que después me arrancaría las lagrimas sin poder pararlas por mucho tiempo: “Por casualidad no recuerdas haber estudiado primaria con Adriana Rodríguez?”… yo realmente no recordaba, mi memoria es muy mala. Yo entonces le pregunte si ella había estado hasta 6to grado en esa escuela, a lo que Mariela me responde “No llego a 6to. pero es un año menor q tu.., creo muy difícil que te acuerdes, Ella es mi hermana, murió cuando tenia 8 y estudio allí”. En ese preciso instante se me vinieron todos esos recuerdos del triste momento y también de la dulzura de su sonrisa.

Pase el resto de la tarde impactado y cuando por fin pude dejar de llorar, pase mucho tiempo pensando en las poquitas cosas que pude vivir con ella porque además de que no estábamos en el mismo salón, realmente mis recuerdos eran muy vagos. Pero una cosa si les puedo decir con el corazón en la mano, yo estaba atado a la gracia y belleza de esa niña…

Adriana era una chica a la cual yo adoraba y pese que mi memoria había bloqueado sus recuerdos, ahora llego Mariela (a quien conocí por carambolas, pero jamás me imagine que entre nosotros hubiese un pasado como este) para recordármelos y poder decir… “Adriana donde estés, recibe un beso de un amiguito que te quiere mucho”