MI HISTORIA DE UN METROBUS
Ese día en especial me costó mas que nunca levantarme temprano para ir al trabajo. Definitivamente necesitaba arreglar mi carro lo mas pronto posible. Por mas que me apuré salí tardisimo de la casa, así que perdería el metrobus de las 7:30 y tendría que esperar 15 minutos mas. Ya sin remedio me tendría que calar la cara larga de muchos en la oficina por mi retraso.
Al llegar el fulano bus venia tan lleno que lo único que pense fue “debí quedarme en mi casa durmiendo, hoy no es mi día”. Después de varios segundos de desesperación buscando el ticket integrado del metro, ocurrió ese momento mágico que llevo en mi memoria. Aquellos ojos dulces y tiernos no dejaban de mirarme y aquellos labios tentadores y llenos de ilusión no dejaban de sonreírme. Las miradas incisivas de las personas que tenia atrás fueron las que me hicieron regresar a la realidad. Entre “muévete” y “que paso?, estas dormido”, logré introducir el ticket en la unidad validadora y sentarme al lado de ella, increíblemente ella había guardado un puesto para mi. Durante todo el viaje, no dejábamos ni de mirarnos ni de sonreírnos.
Pase varios minutos pensando que podía decir para conocerla, definitivamente estaba atado a su belleza. De repente ella dijo “Hola, me llamo Teresa”, yo le respondí con mi nombre y comenzó la mas amena conversación. Como habían cambiado las cosas, ahora religiosamente esperaba el metrobus de las 7:45, registraba mi ticket y corría a sentarme al lado de ella, justo en el puesto que Teresa siempre reservaba.
Los 15 Minutos de ese trayecto eras los mas felices de mi vida, ella era tan dulce y especial que me hacia vivir grandes emociones, además de sentirme inmensamente bien al tener aquellas conversaciones tan increíbles con ella. Era simplemente la mujer que había soñado durante toda mi vida.
Una noche decidí que era hora de declararle mis sentimientos, estaba locamente enamorado y sabia muy bien que ella sentía lo mismo, así que no había que esperar mas. Al día siguiente, como en los anteriores, espere la hora indicada, me monte en el autobús, validé mi ticket y desesperadamente busque sus ojos, pero esta vez no tuve suerte, simplemente no estaba. Al día siguiente otra vez la busque sin éxito, y al día siguiente igual, y al siguiente igual, y al siguiente igual. Después de una semana de una búsqueda diaria sin encontrar esos ojos que me enamoraron, una señora que también diariamente se montaba en el mismo metrobus me dijo sin darme mas explicaciones “No busques mas a Teresa, porque no la verás mas, hace una semana que murió de un infarto al corazón”. Aquellas palabras fueron un duro golpe a mi alma, y sin preguntar nada o averiguar mas, salí corriendo enloquecidamente de la unidad, sin ningún destino fijo.
Menos mal que ya mi carro sirve, porque jamas en mi vida podré montarme en metrobus nuevamente, no quisiera volver a encontrarme otra “Teresa” y aunque parezca loco, todavía amo aquella TERESA.
NOTA: Antes de que me pregunten, este es tan solo un cuento que hace algunos años atras escribi, tan solo es ficcion.... ESPERO LES GUSTE
3 Comments:
veeeeeergaaaa pana por un momento pense que era verdad jejejejejeje
coooooño menos mal que a la final dijistes que era mentira... porque te juro!! que se me arrugó el corazón cuando te dijeron que se habia muerto... jajajaja. buen relato :P
Que lindo relato, por un momento pense que era cierto!!! pero bueno, te felicito, te quedo bellisimo.
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